Nunca se me olvida la cara que puso uno de mis profesores en el
seminario, cuando en una de mis presentaciones, se me ocurrío decir en clase
que después de haber leído el Libro de Exodos, llegaba a la conclusión de
que Dios es un Dios Nacionalista.
Por supuesto no estuvimos muy cerca de que me excomulgaran. Sin
embargo, hasta el día de hoy ese profesor nunca pudo contestarme la
siguiente pregunta: "¿Cuál es la opinión de Dios concerniente al sistema
colonial que los Estados Unidos ha impuesto a mi Patria Puertorriqueña?". A
mí me parece que Dios no mantiene un silencio ante situaciones de opresión.
Nosotros sí podemos silenciar a Dios, pero eso no significa que Dios no tome
posición al lado de la justicia. Esto es lo bello de adorar a un Dios que no
es neutral, ya que tiene sus prioridades por la justicia.
El año entrante la Patria Puertorriqueña tiene la desgracia de cumplir
un siglo de opresión colonial que se ha manifestado por el control que
todavía tiene en lo político, económico, militar, cultural, sicológico y
religioso. Menciono también lo religioso porque no cabe la menor duda que
durante el proceso de ocupación militar a fines del siglo 19, y aún en la
actualidad los Estados Unidos ha utilizado un sinnúmero de iglesias que
promueven y mantienen la relación colonial. Estas por supuesto son iglesias
que son producto de la ideología colonial para perpetual esa condición
política.
El Libro de Exodos nos demuestra con toda claridad por un lado, la fase
nacionalista de Dios, y por otro lado su modelo de liberación para los
pueblos. El clamor del pueblo llegó a la presencia de Dios y éste envió a
Moisés para liberar al pueblo de la opresión de Egipto. Moisés vino a ser
algo así como un Don Pedro Albizu Campos, ya que estuvo dispuesto a
sacrificarce por su Patria Hebrea.
En este proceso el pueblo alcanzó una liberación holística: económica,
política, militar, religiosa, cultural y sicológica. Exactamente lo que en
la actualidad la Patria Puertorriqueña necesita.
Es claro que este es el modelo de liberación que Dios nos ha dado a
todos los pueblos del mundo, pero se necesitan mujeres y hombres con deseo
de seguir amando la liberación de los pueblos y que tomen esa
responsabilidad de sacrificarce. Ya lo dijo nuestro profeta Albizu Campos; "
La Patria es valor y sacrificio".
A mi me parece que de todas las agendas progresistas que se preparan en
esta ciudad la más descuidada es de liberar a Puerto Rico. ¿Será posible que
lleguemos al año 2000 y Puerto Rico no alcance el proyecto liberador de
Dios, para convertirce en una patria libre y soberana?.
En caso de que a algunos de ustedes se le esté ocurriendo considerar
que otra alternativa podría ser el que Puerto Rico se convierta en un estado
de los Estados Unidos, permítame recordarle que los boricuas que vivimos en
los Estados Unidos, unos 3 millones más o menos, ya estamos viviendo la
estadidad. Los niveles de pobreza, racismo y violencia por parte de este
gobierno es una buena muestra de lo que nos espera.
Junto a esto quisiera presentar un reto, en el nombre de Dios, muy
particularmente a dos comunidades hermanas residiendo en nuestra patria, que
hasta este momento han jugado un papel determinante en mantener el estado
colonial de Puerto Rico. A mis hermanos dominicanos y cubanos, su
participación dentro y fuera de Puerto Rico es la de resucitar a los
profetas Duarte y Martí, quienes junto a Don Pedro pasen a formar la
"Santísima Trinidad Libertadora" para Puerto Rico.
Por el otro lado el reto también va para la llamada iglesia de Dios
para que continúe implementando el proceso liberador que nos fue dado en la
experiencia que nos fue dado en la experiencia del Ëxodo. Como el Evangelio
es acción, seguiremos orando y a la misma vez, actuando para liberar a la
Patria Puertorriqueña. Únete al movimiento Dios, Nacionalista, Paz.